¿Te has preguntado si estás en una relación abusiva?
El mero hecho de que te lo preguntes, ya debería de prender un foco rojo en tu mente. Una de las características de este tipo de relación es el chantaje.
Chantajear a alguien es manipularlo hasta hacerlo cuestionarse a sí mismo. Esto se ve en las relaciones abusivas e, incluso una vez terminada la relación, los efectos del chantaje siguen vigentes por mucho tiempo. Es por esto que es importante identificar estas relaciones tan pronto como sea posible y eliminarlas de tu vida.
El chantaje es una forma de abuso que da al que abusa el poder, y a la víctima la lleva a cuestionarse sus propios pensamientos.
Aquí algunas señales de que estás en una relación de abuso, chantaje y/o manipulación:
- Tus miedos son usados en tu contra: Las personas abusivas a menudo buscan obtener mucha información de ti para después usarla en tu contra. Toman nota de tus vulnerabilidades. El abusador quiere sentirse mejor que tú, y asegurarse de que tú lo ves de esa manera también. Por ejemplo, si no te sientes a gusto con tu cuerpo, podría burlarse de eso y señalar personas que tú puedas ver como más bonitas o con mejor cuerpo.
- Te hacen pensar que no te conoces a ti mismo: Actúan como si te conocieran mejor de lo que tú te conoces a ti mismo, haciéndote dudar de tus pensamientos y emociones. A veces usan esto para acusarte de mentir.
- El significado de lo que es «normal» cambia: Esta es una de las señales más claras en las relaciones de abuso. Si alguien quiere convencerte de que algo es «normal» cuando tú piensas que está mal, necesitas salir de esa relación lo más pronto posible. Un ejemplo de esto es querer dar un paso más en la relación (ya sea tener relaciones sexuales, conocer a la familia, casarse, etc.) y que la otra persona no esté de acuerdo, y ya sea en un sentido o en el otro, los hagan sentirse mal por no estar listos.
- Se cuestiona tu salud mental: Frases como «estás mal» o «estás loco» son usadas constantemente. Y en la mente del que abusa, así es. Cuando las cosas no salen como quiere por sus vías de manipulación normales, pueden subir la intensidad cuestionando tu cordura. Tal vez te llamen paranoico, hormonal o demasiado sensible.
- Dudas de ti mismo: Cuando te dicen las veces suficientes lo mismo, puedes llegar a creerlo. Una exposición constante a ciertos comentarios, va a hacer que cuestiones tu juicio y que eventualmente te rindas y dejes que la otra persona piense por ti.
- Memoria poco confiable: Quienes abusan suelen tener memoria selectiva, y negar que hicieron o dijeron ciertas cosas cuando se les confronta. Puede incluso presentarse en forma de una promesa que nunca se cumple o que se niega haber hecho.
- Mentiras piadosas: Aunque normalmente seas una persona que no miente, puedes encontrarte diciendo alguna mentira para evitar confrontaciones o discusiones. La mentira viene motivada por el estrés que genera una posible pelea con quien abusa.
- No hay una necesidad de ser escuchado: Es natural para el ser humano la necesidad de ser escuchado, pero los hábitos aprendidos y el trauma por estar con una persona abusiva, puede modificar esta naturaleza. Puede hacer que dejes de hablar o de compartir cosas personales con quien abusa de ti, e incluso con otras personas.
- Te cuestionas tu cordura: Las tácticas manipuladoras pueden cambiar de manera radical la forma en la que una persona piensa. Cuando estás constantemente tratando de terminar una discusión con una persona que abusa de ti, puede volverse fácil simplemente estar de acuerdo con esa persona, en lugar de defender tu punto de vista. El problema es que puede llegar a cambiar también tu verdadero punto de vista, e incluso hacer fácil para el otro hacer que tú asumas la culpa de algo o asumas que estas mal aunque no sea así.
- Depresión: El desgaste que genera estar en una relación abusiva puede llevar fácilmente a una depresión importante. Estar preguntándote todo el tiempo si estas mal o si estas loco, puede llevar a un sentimiento de desesperanza. Lo peor, es que al plantearte si estas paranoico, o si no te acuerdas de las cosas, sólo vas a darte cuenta de la depresión y no de la relación abusiva en la que estás metido.
Es importante darse cuenta cuando estamos en una relación abusiva en cualquier ámbito de nuestra vida, y tomar acciones una vez que lo sabemos. Lo ideal es salir de esa situación lo más pronto posible y en caso de ser necesario pedir ayuda.